La boda de Núria y Jimmy entre las montañas del Vall d’Aran.

Hay bodas donde la magia no está tanto en los detalles sino en la elección del lugar; porque casarse rodeados de naturaleza en pleno Valle de Aran y celebrar la ceremonia religiosa en una pequeña iglesia con un encanto especial, bastan para hacer única y memorable una boda. ¡Y esta fue la perfecta elección de Núria y Jimmy!, una pareja enamorada del esquí y la montaña que tuvieron así de claro que este sería el escenario de su boda.

Hasta el pueblo de Arties se fueron novios e invitados para el ‘Sí, quiero’ en la Iglesia de Santa María de Garòs, con su maravillosa arquitectura y arte románico, su pequeño cementerio a la entada (de entrañable –e inquietante– belleza y singularidad), y decorada con bucólicos arreglos florales. Para disfrutar del banquete de boda, la celebración fue en una típica borda (cabaña de pastores), con el Montarto como telón de fondo.

Como el novio es motero, uno de los amigos les prestó un maravilloso sidecar que usaron a modo de original ‘coche de novios’, con el que se fueron hasta el corazón del Vall d’Aran, acompañados siempre por la fotógrafa Sara Frost, para realizar su paseo de boda y primeras fotos como recién casados.

De los preparativos y de la decoración de la boda se encargó personalmente la novia: las invitaciones y papelería (¡súper bonitas sus minutas ilustradas!); los centros de mesa, los banderines, las mantas que cubrían las balas de paja durante el cóctel… y, una de las ideas más bonitas, los chales tejidos como regalo para las invitadas, también obra de Núria.

Y en lo que referente a sus estilismos. Jimmy lució un perfecto look de novio con traje y chaleco azul oscuro y corbata gris perla; mientras que Núria iba con un look de novia sencillo pero sofisticado a la vez, con un precioso vestido de novia de Teresa Helbig, de líneas rectas y manga larga, zapatos de Miu Miu y un bonito tocado con flores de orfebrería decorando su melena suelta.

Fotos, cortesía ©Sara Frost