Silvia y Cesar, una slow wedding en Galicia inspirada en el amor por la naturaleza y los animales.

La #bodaconÑ de Silvia y Cesar es una de esas bonitas slow wedding que tanto nos gusta compartir; con el foco en detalles puntuales que son todo inspiración. Celebraron su boda en Alfoz (Lugo, Galicia), en una ceremonia emotiva oficiada en medio de frondosos jardines y con una sensibilidad hacia la naturaleza muy especial, demostrada en acciones como la simbólica acción de plantar un árbol como parte de su ceremonia de bodas.

Un pasillo de zigzagueantes alfombras kilim marcaban el camino hacia el altar, y un córner con pétalos de flores y protectores de tacones para las invitadas (un imprescindible para bodas celebradas en jardines) daban la bienvenida a los invitados a una ceremonia sencilla pero decorada con cariño.

Los wedding planner de Vintage Bodas se encargaron de la organización y decoración de esta boda gallega de raíces asturiana, y de contarnos detalles como que “la novia, veterinaria de profesión, es amante de la naturaleza y de los animales”, de ahí la elección de una finca con un entorno natural privilegiado y de la incorporación de los animales en la decoración, como en el fantasioso seating plan con flores, frutos silvestres y láminas ilustradas con algunos de los animales favoritos de la novia, y que aparecen nuevamente en los coloristas centros de mesas.

Una #bodaconÑ donde el amor de la novia hacia la naturaleza y los animales fueron el leitmotiv.

Fotos, cortesía ©Cristina Cañibano

Silvia es una de las protagonistas de la sección ‘slow bride’ publicada en el último número de nuestra revista de bodas; nos cautivó la sencillez de su vestido de novia de Otaduy confeccionado en seda con bordados en el pecho y espalda con escote en V adornado con dos volantes “que recordaban unas alas de mariposa”, apunta Marta Quintero de Vintage Bodas (fue en su boutique de Mieres donde Silvia vio, se probó y enamoró de este modelo). Las mariposas que aparecen en la decoración fueron un guiño a la espalda de su vestido.

Para completar su look de novia, eligió unos pendientes de oro y zafiros que pertenecieron a su abuela, originales sandalias doradas y tocado de flores que combinó con un velo para la ceremonia. La novia confesaba en la revista que se sintió “cómoda y muy natural, con ese aire romántico y desenfadado que había buscado y el toque flamenco de los volantes de la espalda que me hacían rememorar a mi abuela Agustina la de Huelva”.

Las fotografías de Cristina Cañibano terminan de narrar a la perfección cada uno de los detalles de este enlace; pero no podemos terminar la crónica sin hacer una mención especial a la deliciosa mesa de dulces y tarta estilo naked cake, que es toda una tentación.

La espalda del vestido de novia recordaba las alas de una mariposa, con un toque romántico y desenfadado.

Fotos, cortesía ©Cristina Cañibano