Como novia que también he sido conozco la sensación que se tiene al mencionar la palabra ‘boda’, que parece que los precios se disparan. ¿Un ramo de novia no son unas flores? ¿El menú no es un plato de comida más? ¿El peinado no es más que otro look de cualquier día en la peluquería?… Y así con cada uno de los presupuestos que recibimos y que nos hacen exclamar al cielo. Pero, créeme, los proveedores y profesionales que intervienen en una boda aportan el tiempo, el valor, la experiencia, la calidad, la responsabilidad y la dedicación que un evento tan especial requiere y muy seguro vas a exigir.
Como maquilladora profesional –que también soy– una pregunta que me suelen hacer, y que suelo ver entre las más discutidas en los foros de bodas, es: ¿Por qué cuesta tanto el maquillaje para una novia?. Una duda que, desde mi punto de vista, creo merece ser aclarada para que así las futuras novias tengáis claro cuáles son esos factores que influyen en el coste de un maquillaje profesional para una boda.
Look de novia de Isabel Sanchis (foto superior) y Flora Bridal (foto portada).
(Fotografía, ©Leo Tornev / Valmont Barcelona Bridal Week)
1/4. Talento y experiencia.
Como en cualquier profesión, en la de un maquillador o maquilladora la experiencia cuenta a su favor. También el talento y las aptitudes como elemento de valor, aunque a priori no lo veas como un factor tangible.
Obviamente, no cobrará lo mismo un maquillador profesional de renombre que un principiante, ni será lo mismo quién tenga un bagaje tras pasarelas, editoriales de moda, formación y continuo aprendizaje, trabajo en bodas previas, etc., que quien apenas y se inicia (aunque esto no resta que esa persona desborde talento).
2/4. Conocimientos, técnicas y tendencias.
Saber maquillar no es sólo aplicar sin grumos el rímel, realizar un contouring con éxito, tener buena mano realizando un ojo ahumado o seguir los pasos de un tutorial de Youtube. Tras un maquillador/a profesional hay horas de formación, prácticas, dedicación y de estar al día de las ultimas técnicas y tendencias en maquillaje, y de las novedades del sector cosmético y skincare.
Al realizar un maquillaje los conocimientos son la base, pero también aportan valor todos los trucos y secretos que cada profesional posee en su experiencia. Así es como consiguen realizar el maquillaje de novia que mejor se adapta a tu piel, rasgos faciales y al estilo que buscas. Además, debes tener en cuenta que el maquillaje de la boda ha de mantenerse lo mas impecable posible durante las 8 o 12 horas que dura el enlace para que tengas que retocarte lo justo (como reaplicar el labial).
3/4. Equipo y productos.
Como cualquier profesional freelance, un maquillador necesita tener su propio equipo y material de trabajo en el cual tiene que invertir. Cosméticos, pinceles y herramientas varias, desmaquillantes, cremas y productos de skincare, etc.
El punto está en que no solo se trata de comprar un labial de una marca X, sino de invertir en los mejores y más punteros cosméticos del mercado, en la calidad de los productos y –fundamental– en una variedad de tonos y colores (sombras, labiales, coloretes, iluminadores y para de contar). Porque imagina que contrates a alguien que en su equipo sólo tiene uno o dos tonos de base y ninguno es tu rango de tez. O que sólo pueda ofrecerte tres labiales para elegir. Los maquilladores ofrecen un servicio, y mientras más completo mejor.
4/4. Dedicación y profesionalidad.
En ese coste que conlleva un maquillaje profesional de novia hay que añadir otros dos factores no menos importantes y que también repercuten en el precio. El primero, son los gastos implícitos que conlleva ejercer la profesión en sí misma (cuota de autónomo, seguros, asesoría fiscal, etc.); y el segundo, la dedicación en horas y/o exclusividad que requiera cada novia.
Sé que hablar de dedicación parece algo intangible, pero es fundamental a la hora de establecer el presupuesto. En la dedicación van incluidas todas las horas de tareas de ‘oficina’, como lo son el intercambio de e-mails, llamadas y reuniones con la futura clienta. Si es un servicio de maquillaje a domicilio, este ha de incluir los gastos por desplazamiento del día de la boda; y si la novia se va ha preparar en la misma finca, hay que considerar que estás suelen estar ubicadas a kilómetros de distancia de la ciudad. El tiempo que dedica ese profesional en darte un servicio personalizado, también se cobra. Hay maquilladores que ofrecen en sus packs nupciales una prueba de maquillaje previa (algo que siempre recomiendo hacer para no dejar nada al azar), posibles asesoramientos y tratamientos de la piel, y el maquillaje del gran día, con las horas que este requiera. Y, si me permites el consejo, en el maquillaje de tu boda no quieras correr. Tenlo muy en cuenta en tu planning del día.
Look de novia de Jesús Piró.
(Fotografía, ©Leo Tornev / Barcelona Bridal Fashion Week)
¿Sigues creyendo que es un servicio caro y prescindible?
Porque, con todo lo que te he expuesto, mi intención es animarte a pensar que quizás cuando te mandan un presupuesto que te parece medio – alto no te están engañando ni timando por llevar la sola palabra ‘boda’. Es totalmente entendible que un servicio o proveedor no encaje en la idea de precios que tenías prevista o te puedas permitir; tan sólo significa que haz de seguir buscando a ese profesional que encaje con tus expectativas.
Asegúrate bien de ha quién estás contratando y en quién vas a confiar tu belleza. Valora sus referencias, experiencia, trayectoria, técnicas y trabajos, y valora ese feeling que te haga sentir, porque la confianza entre novia y maquillador/ra tiene que ser al 100%.
Recuerda, no es un simple maquillaje más. Será uno que vas a recordar y con el que te tienes que sentir reconocible, segura, confiada, radiante y preciosa.