No todo es planificar la luna de miel. Una escapada romántica entre medias también es un planazo. Incluso mejor, soñar planificando ese destino ideal en el que celebrar vuestro aniversario de bodas. Cualquier excusa es siempre buena para emprender un slow travel, un concepto muy afín a nuestra propia filosofía de ‘slow weddings’ y para los que cualquiera de estos cinco destinos y pequeños hoteles con encanto serán la opción perfecta.
Hotel Aire de Bardenas (Tudela, Navarra).
1/5. Hotel Aire de Bardenas.
De esta selección de destinos con encanto, el Hotel Aire de Bardenas es quizás el más famoso e instagrameado. Su premiada arquitectura y exquisita implantación en el entorno, en mitad de un campo de trigo, las vistas únicas al desierto navarro de Bardenas Reales, su cuidado –y también galardonado– interiorismo y sus espectaculares habitaciones burbujas han creado la merecida fama fotogénica y única de este hotel. Un destino puramente ‘slow’ donde el tiempo transcurre entre una buena copa de vino en uno de sus cubos con vistas o contemplando el paisaje desde la bañera exterior de cualquiera de sus suites.
Aquí podrás dormir realmente bajo las estrellas gracias a las innovadoras habitaciones ‘burbujas base lunar’, una experiencia única que ofrece Aire de Bardenas. Se tratan de instalaciones efímeras y traslúcidas que permiten contemplar el esplendor de la noche y sus constelaciones. Como en la zona no hay contaminación lumínica, las estrellas serán los únicos testigos de vuestra romántica escapada.
Buenavista Lanzarote Country Suites (Lanzarote, Islas Canarias).
2/5. Buenavista Lanzarote.
Hace ya algunos años que visité la isla de Lanzarote y confieso que, durante esos primeros kilómetros mientras me adentraba en su tierra, su paisaje me resultaba confuso. Nunca había visto un paisaje desértico de tierras volcánicas; además, la calima cubría el cielo creando una atmósfera aún más singular. Cuando se desvanece la calima, la isla se baña con una luz tan bonita que parece que estés en dos islas diferentes. Porque sí, ese paisaje que a primeras no entendía me iba cautivando con el paso de las horas y días. Y lo hizo tanto que me prometí algún día regresar para disfrutar de Lanzarote de una forma aún más ‘slow’ (es decir, optando por hospedajes alejados de las grandes cadenas hoteleras).
Buenavista Lanzarote Country Suites está en mi lista de ‘place to be’ en Lanzarote. Esta espectacular finca rodeada de viñas, volcanes y luz se mimetiza con el paisaje de forma autóctona, invitando a disfrutarlo con todos los sentidos. Sus cinco suites fueron diseñadas en los viejos galpones de aperos rehabilitados con una arquitectura exquisita, donde las vistas cobran especial protagonismo y la decoración invita a disfrutar de las horas con la misma calma de la vida rural isleña.
Casinha Trivetia (Alentejo, Portugal).
3/5. Casinha Trivetia.
Situada en la zona de Vila Nova de Milfontes, dentro del Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina, una de esas regiones aún por descubrir de nuestro vecino Portugal, he encontrado esta pequeña y acogedora casa boutique rodeada de campo y a poco más de 1 kilómetro de la costa atlántica. La Casinha Trivetia es una antigua casa de huéspedes cuyos nuevos propietarios han reformado y decorado con especial mimo, manteniendo la armonía y simplicidad de la zona. Desde el salón – cocina de la casinha, ubicados en un mismo ambiente y abiertos al jardín, se puede ver y oler los naranjos, las higueras y la lavanda del paisaje.
Aquí las noches se disfrutan contemplando las estrellas (la región fue nombrada el primer destino ‘Starlight’ del mundo) y los días discurren descubriendo playas casi desiertas, tardes de paseos a caballo o recorriendo los pintorescos pueblos de la zona para disfrutar de la gastronomía y artesanía lusa. ¿Se puede pedir más para un perfecto y ‘slow life’ aniversario de boda?.
Casa La Bonita (Cabo de Gata, Almería).
4/5. Casa La Bonita.
A sólo 10 minutos caminando desde la playa del pueblo de Agua Amarga (dentro de la reserva natural de Cabo de Gata) se encuentra Casa La Bonita, un hospedaje tipo bed & breakfast de cuatro habitaciones decorado con sencillez y estilo mediterráneo con toques étnicos. La amplia cocina – comedor invita sin duda a disfrutar de un desayuno sin prisas. El salón, la zona chill out, la piscina y el jardín privado son algunas de las zonas compartidas ideadas para la convivencia; aunque la casa también puede ser alquilada entera. Buganvillas, cactus, paredes de color blanco, ambiente sereno, en La Bonita se respira autentica vida mediterránea.
Agua Amarga es una pequeña aldea marinera con cerca de 400 habitantes, oculta entre un paisaje de inclinados acantilados perfecta para encontrar esa tranquilidad y relax junto al mar. Su playa es una preciosa cala de agua cristalina en la que pasar el día bañándose o practicando submarinismo. Mientras que, en el pueblo, un rincón almeriense de casas blancas se puede degustar la gastronomía local. Un plan perfecto para una escapada romántica sin reloj, ni agenda, ni teléfono, ni coche.
Hotel Faro Punta Cumplida (La Palma, Islas Canarias).
5/5. Faro Punta Cumplida.
Admito que no está entre mis sueños infantiles, pero quizás si en el de otros muchos niños y niñas. Aun así, ¡quién no querría vivir durante unos días en un faro marinero!. Contemplar el horizonte infinito del océano Atlántico desde un mirador a 34 metros de altura y escuchar como rompen las olas contra la costa. Un muy buen plan para el que sólo hará falta subir los 158 escalones del Faro Punta Cumplida y hospedarse en el hotel boutique y ‘hideaways’ que alberga en su interior.
El Faro Punta Cumplida es uno de los más antiguos de España y aún se encuentra operativo. Se ubica en la costa de Barlovento de la llamada “Isla Bonita”, la isla de La Palma (Gran Canarias) declarada Reserva de la Biosfera. Con más de 150 años el faro ha sido reformado para acoger tres exclusivas suites a las que se accede desde un típico patio canario. Cada suite cuenta con su propia cocina en la que disfrutar de un delicioso desayuno local que se encarga de llevar diariamente el ama de llaves (o de preparar vuestra propia cena, con productos típicos de la zona), y una terraza desde donde contemplar el atardecer sin prisas. Además, el faro tiene unas zonas comunes de ensueño: piscina ‘infinity’ frente al mar, plataforma de yoga, zona de barbacoa y un jardín de más de 5.000 metros cuadrados para pasear al aire libre.
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