Autenticidad. Franqueza. Pureza. Sensibilidad. Nostalgia. Cinco cualidades que definen a la perfección el estilo de cada una de las firmas y atelier de vestidos de novia de esta selección. Y cinco palabras que definen también las cualidades de las llamadas ‘slow brides’. Novias que buscan para el día de su boda un look sereno, atemporal y relajado; apostando por vestidos en los que priman la artesanía, la costura a medida y las formas reflexivas, y que se alejan del estereotipo nupcial mas tradicional. Novias únicas que buscan vestir diseños muy especiales.
Castellar Granados, Claudia Llagostera, Cortana, Marta Martí o Romancera. Sus estilos y la atmósfera que envuelve a cada una de sus colecciones nupciales (y últimas campañas de presentación) son siempre una fuente de inspiración.
Vestidos de novia de Castellar Granados (Fotos, cortesía ©Irene Palacio)
– Castellar Granados.
(www.castellargranados.com)
Autenticidad. Esta es la palabra –y cualidad– que mejor describe el estilo nupcial de la diseñadora Castellar Granados. Sus vestidos de novia no se entienden por temporadas o tendencias predeterminadas, sino por una identidad y estética propia donde la belleza de lo artesanal, el diseño hecho a medida y la visión contemporánea de la moda se fusionan, consiguiendo que cada vestido de novia que sale de su atelier tenga un carácter y personalidad especial.
Para las novias 2020 Castellar Granados ha volcado esos conceptos (que no tendencias) que le encantaría desarrollar en sus próximos vestidos de novia, presentados en una colección capsula de inspiración con cuatro diseños únicos. ¿Sus propuestas? Vestidos con cuellos marineros con macramé, detalles de nido de abeja, jaretas y lazadas exageradas. Volúmenes de falda asimétricos y bajos también irregulares, camisa de popelín de algodón mezclado con vestido de seda, y una selección de tejidos rústicos como el lino seda o voile de algodón o con más presencia como la tafeta, hasta encajes antiguos entolados sobre formas más modernas.
Vestidos de novia de Claudia Llagostera (Fotos, cortesía ©Pilar Hormaechea)
– Claudia Llagostera.
(www.claudiallagostera.com)
Franqueza. Así se entiende mejor el estilo nupcial de la diseñadora Claudia Llagostera. Y es que sus vestidos de novia hablan de libertad, sinceridad y exención entendido a través de patrones sin encorsetar y formas que apelan a la fluidez y la versatilidad, los tejidos naturales y retales vintage, y los diseños que van por libre en cuanto a protocolo o trillados convencionalismos.
Desde su atelier madrileño trabaja el diseño y costura a medida, pero cada año lanza sus pequeñas historias de inspiración para futuras novias. En ‘Story V – Madrid’ Claudia Llagostera se vuelca con las texturas, los encajes vintage, los tejidos vaporosos y el juego casto de las transparencias. Sus vestidos de novia son para disfrutarlos durante todo el día y lucirlos con total naturalidad. Es decir, sin cambios o ‘second dress’ innecesarios, ni accesorios, maquillajes o peinados impostados.
Vestidos de novia de Cortana (Fotos, cortesía de la firma)
– Cortana.
(www.cortana.es)
Pureza. La diseñadora mallorquina Rosa Esteva es el alma tras la firma de moda Cortana. Su estilo se define por la sensibilidad, sostenibilidad y pureza (Cualidad de puro: “Adjetivo/ Libre y exento de toda mezcla de otra cosa”). Sus propias raíces y su pasión por el arte marcan esa estética con la que busca vestir a una mujer hedonista y de espíritu libre. Las novias de Cortana se caracterizan por la sofisticación de la sencillez y la atemporalidad de lo personal, en vestidos que son casi oníricos. Con tiendas en Mallorca, Barcelona y Madrid, sus trajes y vestidos se confeccionan íntegramente en pequeños talleres locales que mantienen viva la tradición textil nacional.
Las colecciones de vestidos de novia prêt-à-porter de Cortana están marcadas por una evolución consciente y creativa, pero sin perder su esencia y estilo propio. La paleta de colores rehúye del blanco nupcial más purista, decantándose por tonos más naturales y serenos que va del blanco roto al marfil. Los vestidos de novia de dos piezas, las superposiciones prendas (como sobrefaldas, tops o lánguidos abrigos), los diseños envolventes o cortados al bies, y las faldas con distintas capas de tul son su seña de identidad. Mientras que los tejidos naturales son los preferidos de la marca para vestir a las ‘slow bride’ (tul de algodón, satén de seda, bambulla de seda, georgette de seda y encaje bordado en algodón, ente otros).
Vestidos de novia de Marta Martí (Fotos, cortesía ©Berta de la Presa)
– Marta Martí.
(www.mmarti.es)
Sensibilidad. Esta es la cualidad de sentir y, también, de ser sensible para experimentar sensaciones. Cualidades que reflejan el punto de intersección al que ha llegado la diseñadora Marta Martí después de varios meses de búsqueda de nuevos tejidos, patrones y acabados con los que dar rienda a su parte más delicada, sensible y sincera. ‘Studio 2020’ de Marta Martí es su última colección de vestidos de novia prêt-à-porter, inspirada en ese lugar donde todo empieza en cuanto una novia visita su atelier de Barcelona e inicia así toda una experiencia única en vivencias y sentimientos (que pueden ir desde un diseño único y exclusivo a un vestido de colección, pero siempre a medida y personalizable).
Este nuevo y peculiar mini universo de #mymartamarti se compone por trece vestidos de novia románticos, delicados y artesanos, confeccionados en tejidos de gasa de seda, satén, crepe y tules que aportan una caída y fluidez especial a cada diseño. Los detalles de mangas abullonadas, bordados nido de abeja, encajes tan distintos como delicados y atrevidos flecos son protagonistas armoniosos en cada diseño, consiguiendo así un propuesta femenina y sincera para vestir a la novia.
Vestidos de novia de Romancera (Fotos, cortesía ©Pilar Hormaechea)
– Romancera.
(www.romancera.es)
Nostalgia. Esta es la atmósfera que envuelve la estética nupcial de la novel firma Romancera, pero también es toda una declaración de intenciones. Su fundadora Tamara Vázquez apostó desde el principio por crear vestidos de novia a medida, con el oficio de la costura y el patronaje como corazón de la firma y el diseño como elemento diferenciador. Sus campañas sirven de inspiración para presentar a las futuras novias ese universo Romancera que respira tradición y tendencia, simplicidad y romanticismo.
Sus vestidos de novia buscan crear un nuevo clasicismo moderno, con cierta nostalgia quizás por épocas pasadas donde la moda ‘couture’ resplandecía en los armarios más exclusivos. Sus diseños no siguen la regla del clásico nupcial y de ahí su belleza. Y quizás a primera vista pasen imperceptibles, pero las mangas son las absolutas protagonistas de los diseños de Romacera, remarcando así la elegancia, sofisticación, atemporalidad de cada diseño.