¿Te has enterado de que es ‘Black Friday’?. ¡Como para no saberlo!, cuando llevamos semanas siendo bombardeados con publicidad y ofertas para este día. Por eso he pensado en darle un giro al manido concepto y aprovechar para hablar de inspiración nupcial con una selección de vestidos de novia en color negro, bicolor (black & white) o con hermosos detalles negros.
Es curioso que aún hoy la lectura tras un vestido de novia sigue estando asociada a la pureza del blanco, más cuando sabemos que no siempre ha sido el color ‘oficial’. Fue en el año 1840, con la boda de la Reina Victoria, cuando el vestido blanco y fastuoso empezó a convertirse en tendencia entre las mujeres de la nobleza y alta sociedad victoriana; aunque no sería hasta mediados del siglo XX, impulsado por la cultura de masas, las revistas, el cine, la televisión, y la popularidad de aristócratas y rockstars como Grace Kelly, la Duquesa de Alba, Jacqueline Kennedy, Bianca Jagger o Priscilla Presley, entre otras, que se terminó por consagrar como la tradición nupcial tan arraigada que conocemos.
Hasta este momento las novias vestían con distintos colores sin que ninguno prevaleciera, con una salvedad. ¿Por qué se casaban las novias de negro?. Dos son los motivos: el primero, por el riguroso luto que de finales de 1800 y principios de 1900 duraba meses; una costumbre que respetaban las mujeres vistiendo el luto incluso en sus boda. Y el segundo motivo, por la austeridad de muchos períodos históricos (como los vividos tras la primera y segunda guerra mundial, la gran depresión o la post guerra española) que empujaba a elegir un diseño de un color oscuro –más económico y fácil de lavar– que pudieran reutilizar varias veces.
Tras este resumen tres cosas quedan claras: que el vestido de novia blanco es una moda nupcial moderna; que ya entendemos de dónde viene la mala fama del color negro para las novias, aunque no tiene un porqué supersticioso; y que realmente puedes elegir el color que más te guste. Sarah Jessica Parker se casó con Matthew Broderick en 1997 luciendo un vestido negro de Morgane Le Fay (puedes ver la foto del enlace en nuestro tablero ‘bodas de famosos’ en Pinterest), y antes, en 1954, Marilyn Monroe llevó un traje oscuro de chaqueta y falda para su matrimonio con Joe DiMaggio. Mi propia abuela optó por un traje sastre negro para su boda, solo que a diferencia de la gran Marilyn era lo que ella se podía permitir. Eso sí, su sonrisa era la de una novia radiante.
Retrato de una boda de 1905, la novia con vestido negro y velo blanco.
(Foto, ©Gustav Borgen / Vía, Museo Folclórico Noruego)
Boda de Marilyn Monroe con Joe DiMaggio (año 1954).
Entonces, ¿sería rebeldía nupcial elegir un vestido de novia negro o solo una vuelta –nostálgica, práctica y sostenible– al color preferible con el que se casaron nuestras abuelas y tatarabuelas?.
Contrario a lo que se pueda pensar, en aquel entonces, elegir casarse de negro no representaba un acto de rebeldía social. De hecho, las novias acompañaban su vestido oscuro con complementos en color blanco como el velo o mantilla, los guantes y el ramo de novia o prendido de flores azahar (un precioso broche floral que solía sustituir al ramo). Basta con googlear para ver increíbles fotos de novias vintage ataviadas con un look bicolor. Y, obviamente, tampoco tenía esa connotación de vestido de ‘novia gótica’ o ‘novia alternativa’ con el que se ha etiquetado –y encasillado– en las últimas décadas.
La reaparición sobre la pasarela de vestidos de novia en color negro ha vuelto a ponerlos en el foco de la moda nupcial, esta vez, eso sí, alejados de cualquier atisbo de austeridad de épocas pasadas, con diseños mucho más ostentosos y acordes a las tendencias del momento: de la novia princesa, clásica, romántica y bohemia a la más contemporánea.
Vera Wang es una de las referentes que ha sabido reinterpretar el negro y hacerlo parte identitaria de sus colecciones bridal desde que en el 2012 nos enamorada con sus vestidos de novia de corte princesa y capas de organza y tul que combinaban el negro con tonos maquillaje y rosas pálidos. Y más reciente tenemos, por ejemplo, la colección ‘Heritage’ de Jesús Peiró con preciosas pinceladas negras o la colección ‘Casavielle’ de Juana Rique llena de referencias a las raíces y costura tradicional que vistieron nuestras abuelas.
20 preciosos vestidos de novia negros, bicolor (black & white) o con detalles en negro.
Colección ‘Casavielle’ 2018 de Juana Rique.
(Foto, cortesía ©Lorena San José)
1/20. Juana Rique.
Colección prêt-à-porter primavera-verano 2012 de Valentino.
2/20. Valentino.
Foto, cortesía de la firma
3/20. Allison Weeb.
Colección haute couture primavera 2016 de Giambattista Valli.
4/20. Giambattista Valli.
Foto, ©Mike Torres
5/20. Ángela Pedregal.
Colección haute couture primavera 2016 de Chanel.
6/20. Chanel.
Colección bridal otoño-invierno 2012 de Vera Wang.
7/20. Vera Wang.
Colección de vestidos de novia 2018 de Ángel Sanchéz.
(Foto, ©Leo Tornev para Tendencias de Bodas)
8/20. Ángel Sánchez.
Colección primavera-verano 2018 de Rodarte.
9/20. Rodarte.
Colección ‘Danseuse’ 2019 de Cherubina.
10/20. Cherubina.
Colección ‘Casavielle’ 2018 de Juana Rique
(Foto, cortesía ©Lorena San José)
11/20. Juana Rique.
Colección haute couture invierno 2018 de Giambattista Valli.
12/20. Giambattista Valli.
Foto, cortesía de la firma
13/20. Coosy White.
Colección primavera-verano 2018 de Rodarte.
14/20. Rodarte.
Colección bridal 2018 de Isabel Sanchís.
(Fotos, ©Barcelona Bridal Fashion Week)
15/20. Isabel Sanchís.
Colección ‘Heritage’ 2019 de Jesús Peiró.
(Foto, ©Sara Costa para Tendencias de Bodas)
16/20. Jesús Peiró.
(Foto, cortesía ©M2 Visual Studio)
17/20. Lucia Incera Atelier.
Colección haute couture invierno 2018 de Giambattista Valli.
18/20. Giambattista Valli.
Colección bridal 2017 de Naeem Khan.
19/20. Naeem Khan.
Colección ‘Saudade’ 2020 de Cherubina.
20/20. Cherubina.