Paula es española y Alex polaca. Se conocieron en Londres donde ambas trabajaban y donde surgió el amor a ritmo de salsa, del bar que solían frecuentar. Juntas han pasado muchos momentos especiales y aventuras, cuyo capítulo ‘la boda’ (porque seguro que no será su último capítulo por escribir) se celebró la pasada primavera en medio del campo mallorquín. Una sencilla y bonita boda íntima y al aire libre para la que contaron con la organización de los wedding planner Pasión Eventos.

Pero antes de llegar a este día, tuvo lugar la pedida de mano sorpresa en sus últimas vacaciones en Sevilla; la propia Paula nos ha contado cómo Alex la sorprendía durante una cena; en los postres, y aprovechando un descuido de ésta, cambio el cubierto “por una cuchara de plata que tenía la inscripción ‘Will you marry me’, y a continuación sacó el anillo. ¡No me lo pensé dos veces!”.

Paula y Alex eligieron celebrar su boda en Mallorca ya que les encanta la isla, las playas y la comida española. Mariam, su wedding planner, nos cuenta que: “Querían celebrar una fiesta con sus seres queridos para conmemorar el AMOR que se tienen la una a la otra. No querían una boda típica sino una fiesta acorde con su manera de ser y gustos, y el resultado fue una boda romántica, sencilla e informal de estilo rústico–vintage y bucólico”.

Paula y Alex celebraron una boda relajada, sincera y divertida; sin pretensiones ni tapujos. ¡Una slow wedding en toda regla!»


 


Fotos, ©Marta Kowalska

 

Las novias decidieron vestirse juntas, para luego recorrer de la mano el camino hasta la ceremonia (casi 10 min. de paseo por el campo).


 

Fotos, ©Marta Kowalska

 

Una boda romántica y sencilla de estilo bucólico celebrada en medio del campo mallorquín.


 

La ceremonia se celebró en un maravilloso bosque de encinas, bajo un inmenso árbol del que colgaban telas blancas que le daban un aire muy romántico y bucólico. Fue una ceremonia “muy emotiva, divertida y sincera, sin pretensiones ni tapujos. ¡Tal y como son ellas!”, apunta Pasión Eventos; sensaciones que se mantuvieron durante todo el día. Como curiosidad, las novias eligieron llegar juntas a la ceremonia, caminando de la mano desde la masía donde se vistieron también juntas. Una opción está, la de compartir en pareja los momentos de los preparativos, que hemos visto también en otras slow weddings (como la boda de Lucía y Javier, y la boda de Las Laura’s).

Para la cena se eligió un precioso jardín mediterráneo de la finca, en el que se dispusieron mesas imperiales y lámparas tipo farolillo. Todo en tonos blancos y crudo, para destacar el verdor del jardín y los tonos pasteles de las flores, con peonías, paniculata y olivo. La verdad es que se creó un ambiente muy slow, romántico y dulce, en el que tanto las novias como sus invitados disfrutaron de un perfecto día de boda.

Fotos, ©Marta Kowalska

 

La ceremonia se celebró en un maravilloso bosque de encinas de la isla de Mallorca, y la cena al aire libre rodeados de un jardín mediterráneo.


 

Fotos, ©Marta Kowalska
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