La historia de amor de Raquel y Samuel empezó hace ya 18 años, cuando se conocieron en una noche de verano. Durante todo este tiempo el casarse no entraba entre sus planes, pero sí tenían claro que “nuestro destino era estar juntos”. Sin embargo, el pasado verano, tal como nos cuenta Raquel: “sentimos que 2018 era el año perfecto para dar el paso y celebrar nuestro compromiso rodeados de familiares y amigos. Celebrar ‘NUESTRA BODA’”. Así decidieron celebrar su boda en Valencia, ciudad de origen del novio y dónde ambos residen: “rodeados de capos de naranjos y en un espacio lleno de luz que aúna lo nuevo y lo tradicional a la vez”.

Su boda religiosa se ofició en una pequeña iglesia ubicada en el centro de Valencia. Una ermita “llena de historia y muy cercana a nuestro domicilio” decorada con un gran arco vegetal a la entrada, y bodegones con cestas y guirnaldas verdes. Para Raquel, la elección de esta ermita “fue todo un acierto, ya que ahora cada vez que pasamos por delante de ella –y es en numerosas ocasiones– no podemos evitar sonreír y recordar nuestro gran día”.

Las redes sociales fueron de gran ayuda para Raquel y Samuel, ya que fue allí donde “comenzamos a inspirarnos, conocer las tendencias, saber lo que queríamos, lo que no nos apetecía, etc.” Justo ahí fue donde conocieron el trabajo de la wedding planner Paloma Cruz Eventos, así que cuando decidieron que era el momento de buscar a un profesional para diseñar su enlace, la decisión les fue más fácil. “Queríamos una boda diferente que los invitados recordaran por ser elegante, divertida, con música en directo y llena de detalles”, y al final todo salió perfecto, tal y como lo habían imaginado.

“Queríamos una boda diferente que los invitados recordaran por ser elegante, divertida, con música en directo y llena de detalles”


 

Fotos, ©cortesía Cristina Yabiku

 

Un look de novia sencillo pero cargado de detalles personales y personalizados.


 

Para la mañana del día de la boda, cada uno se vistió en un hotel diferente de la ciudad, rodeados de sus familias. Samuel se decantó por un traje de tres piezas en azul y camisa a juego, todo de confección a medida. Mientras que Raquel elegía un precioso vestido de novia de Victoria, la firma nupcial de Vicky Martin Berrocal, de líneas muy puras y con una larguísima capa que partía desde las hombreras, decoradas con apliques de flores blancas. Para completar su look de novia, se decantó por unas pequeñas peinas adornando su peinado en coleta, super sencillo y natural (que para el baile cambió por una corona de plumas rosas y pelo suelto); los pendientes de su Comunión, “una herencia familiar regalo de mis tías”; y un anillo que simbolizaba el ‘y algo azul’, y que fue un regalo de sus amigas en la despedida de soltera (que celebraron en Estocolmo).

Otro de los dos detalles super especiales que completaron el estilismo de Raquel, fuero sus zapatos y su ramo de novia. De este último pendía una pequeña medalla de la Santa Faz, en honor a su Alicante natal. Y sus zapatos fueron un regalo de sus primas, un diseño personalizado en terciopelo rosa con gran lazo que, además, llevaban grabados el nombre de los novios y la fecha del enlace. Entrada la noche, se cambió los zapatos por unas cómodas alpargatas para «bailar toda la noche».

Fotos, ©cortesía Cristina Yabiku

Echando la vista atrás, nunca estuve nerviosa durante el día de la boda (quizá sólo por si llovía, y eso que la semana anterior fui a llevarle huevos a las monjas clarisas para evitarlo). El que sí que estaba nervioso era Samuel, que fue un manojo de nervios hasta que por fin salimos juntos de la iglesia.

Recuerdo de una manera muy emocionante bajar del coche junto a mi padre (ya que todos estaban esperando mi llegada con la mejor de sus sonrisas) y escuchar las notas la canción de la banda sonora de la película ‘Love Actually’ interpretada en directo por un cuarteto de cuerda. Todo fue muy emotivo.

– Raquel –

Fotos, ©cortesía Cristina Yabiku

 

«Un sueño en una noche de primavera», con una decoración elegante y detallista que aúna el estilo rústico y el romanticismo de las flores.


 

Sin duda, fue en la decoración de la boda donde los novios pusieron toda su ilusión para sorprender y ofrecer una celebración elegante, romántica y detallista. El cóctel se ofreció al aire libre en un espacio con zonas para sentarse, puestos o estaciones de comida, una banda de música en vivo (interpretando las míticas canciones de The Beatles) y un muy original seating plan con cucuruchos de rosas rosadas y nombres escritos a mano con exquisita caligrafía. Pero, tal y como dice la propia Raquel, “la decoración iba mucho más allá, ya que todos los espacios estaban llenos de flores, destacando el bodegón central del jardín, los baños, los espacios comunes y un largo etcétera”. Un trabajo en decoración floral absolutamente ideal e inspirador.

“Los chicos de Atelier de la Flor nos volvieron a sorprender al entrar al salón. Nos quedamos boquiabiertos y sin palabras. ¡¡¡Habían creado un bosque dentro del salón!!!!. A la mesa central no le faltaba detalle, y las mesas redondas que la rodeaban desprendían elegancia con todas las velas encendidas. Fue precioso. El olor de las flores era increíble y cenar allí fue un sueño. Un sueño en una noche de primavera” … Sí, imposible no estar de acuerdo con la descripción y la emoción con la que describe la novia la decoración de su boda.

Fotos, ©cortesía Cristina Yabiku

 

Los bodegones florales sorprendían a los invitados, decorando hasta los baños. Pero, sin duda, el espectacular bosque colgante que decoraba el salón acaparó las miradas.


 

Fotos, ©cortesía Cristina Yabiku

 

«Compartir momentos especiales,
los hace inolvidables».


 

Pero las sorpresas no quedaban sólo en la decoración, ya que a los novios e invitados les esperaban aún una larga noche de fiesta en la pista de baile. Y una muy muy dulce sorpresa final: una impresionante mesa repleta de todo tipo de dulces y postres, donde hasta los donuts o waffles desprendían glamour y elegancia. Toda una obra de arte romántica, llena de azúcar y mágica obra de Caperucita Cupcakes.

Compartir momentos especiales, los hace inolvidables. Una frase que los novios incluyeron dentro de las minutas de la boda, y que para ellos refleja todo lo especial, mágico e inolvidable que fue el día de boda. “El día de la boda todo sucede muy rápido, y aunque suene a tópico, hay que disfrutarlo antes de que pase sin darte cuenta –concluye Raquel– Cuando piensas en el día de tu boda, es difícil soñar como será, pero nosotros tenemos claro que siempre volveríamos a elegir a todos los profesionales que nos acompañaron. Ellos consiguieron crear un ambiente único, y nos hicieron disfrutar muchísimo”.

Fotos, ©cortesía Cristina Yabiku

Decidimos no hacer el tradicional baile nupcial. En su lugar preferimos dedicarles unas palabras de agradecimiento a los invitados y para dar comienzo así al baile.

A partir de ese momento todo fue música y diversión. Los invitados se disfrazaron con las caretas de cantantes que habíamos preparado, y utilizaron las barritas luminosas, coronas y gafas led para dar un toque de color, convirtiendo la pista de baile en una auténtica discoteca.

– Raquel –

Fotos, ©cortesía Cristina Yabiku

 

Vídeo, ©cortesía Ankerprod

 

CRÉDITOS | PROVEEDORES

Tipo de ceremonia: Religiosa / Ceremonia: Ermita de Santa Lucía / Finca: Huerto de San Vicente / Organización y diseño: Paloma Cruz / Catering: Gourmet / Mesa dulces: Caperucita Cupcakes / Alquiler mobiliario: Trastologia / Invitaciones: Rocio Design / Lettering y marcasitios: De pluma y letras / Decoración floral: Atelier de la flor / Vestido de novia: Vicky Martín Berrocal / Tocado: Alial Millinery / Zapatos: Uniqshoes / Peluquería: Miriam Cuesta / Maquillaje: Lorena Guzmán / Traje y total look de novio: Scalpers / Corbata: SoloIO / Cuarteo de cuerda: Suite Art / Grupo en vivo: The Blisters / DJ: Alkilaudio / Videógrafo: Ankerprod / Fotografía: Cristina Yabiku.

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