Íntima, sofisticada, romántica, emotiva y llena de mil detalles, así fue la boda mallorquina de Lara y Nacho. Esa boda de cuento de hadas con la que tanto había soñado la novia y que los wedding planners Pasión Eventos ayudaron a hacer realidad. Las premisas eran sencillas: comida de calidad y una decoración exquisita. ¿Y el resultado?…: “¡Jamás imaginamos que quedaría tan bonito! Todo fue super especial. La ceremonia en mi bosque encantado; qué decir de la mesa, era bellísima y de la comida ni hablemos, todo espectacular”.
Según nos cuenta Pasión Eventos, Lara y Nacho son “de esas personas que te llenan el corazón y te transmiten paz”. En principio su boda estaba planeada para el año 2016, luego de que Nacho sorprendiera en Nochebuena a Lara pidiéndole matrimonio. Sin embargo, el destino truncó sus planes tras la pérdida del padre de Lara. No fue hasta 2018 cuando decidieron retomar la boda, aunque seguían muy tristes, pero “poco a poco, y tras las entrevistas con Miguel y Marián –sus wedding planners–, fuimos recuperando la ilusión y cambiamos totalmente la idea que teníamos originalmente de nuestra boda. Gracias a estos hermanos maravillosos recobré la alegría. Ellos convirtieron nuestra boda en algo maravilloso e irreal, como nuestro propio cuento de hadas”.
Fue una fiesta íntima, con grandes influencias mallorquinas en la comida y una paleta de colores variada y poco convencional a base de tonos azules, morados, blancos y toques plata. La combinación de la incomparable belleza del lugar con la exuberante puesta en escena dio como resultado un escenario sublime, convirtiéndola en una noche mágica e inolvidable para todos. Porque muchas veces la vida nos da una de cal, y eso nos recuerda que las cosas buenas las debemos de celebrar ¡Y el amor siempre se debe festejar!
Fotos, cortesía ©Pere & Marga
Una ceremonia en un bosque encantado con un montaje lleno de sentimiento.
Para dar vida a esta preciosa (y tan especial) slow wedding Pasión Eventos planificó todos los detalles de principio a fin, eligiendo cuidadosamente a sus colaboradores (todos ellos profesionales top de la propia isla de Mallorca, como los fotógrafos Pere & Marga quienes firman estás imágenes), y siguiendo al pie de la letra el deseo de los novios de organizar una boda auténtica, romántica, elegante, íntima y de cuento.
La ceremonia se realizó al aire libre en un precioso rincón escondido del bosque, al que se accedía a través de un camino decorado con grandes cestos de flores silvestres y una alfombra. Una mesa de piedra ejercía de ‘altar’ y de eje en torno a la cual se dispusieron los asientos para los invitados, unos bancos artesanos con cojines de colores. Cientos de velas y botellitas vintage llenas de flores terminaban de decorar el espacio. Mientras que el cóctel se ofreció en uno de los jardines de la finca, donde se dispuso una carpa beduina con distintos rincones chill out.
Fotos, cortesía ©Pere & Marga
Lara y Nacho celebraron una boda íntima, con grandes influencias mallorquinas en la comida y con una decoración romántica e inolvidable.
Fotos, cortesía ©Pere & Marga
De la espectacular mesa que enamoró a todos a la iluminación que hizo la noche aún más mágica.
Al caer la noche, la iluminación cobraba protagonismo en la escena. Cortinas de luces y decenas de portavelas ‘tears’ colgaban de la pérgola bajo la que se instaló la espectacular mesa de la cena, que dejó a todo el mundo con la boca abierta (¡Nosotros incluidos!). Una preciosa mesa en madera blanca decapada acompañada de sillas de estilo clásico.
Para la decoración de la mesa se colocaron jarrones de cristal vintage con elegantes y románticos arreglos de flores en blanco, lavanda y azul, complementados con candelabros y portavelas de cristal. La vajilla y la cristalería fue escogida minuciosamente en combinación de azul y blanco. Como detalle –aún más– especial estaban los marcasitios personalizados y hechos a mano sobre una base de madera que los invitados se llevaron como recuerdo. El conjunto dio como resultado una mesa elegante, sofisticada y romántica que, sin duda, hizo la noche aún más mágica.
“No solo trabajamos mucho la estética de la boda, sino que también elaboramos un menú maravilloso de la mano de uno de los mejores chefs de la isla”, nos cuenta Pasión Eventos. La propuesta gastronómica se basaba en la tradición con sello mallorquín. Crujiente de langostino y embutido mallorquín; sofrito cremoso de mejillón con pan crujiente; coca mallorquina con verduras, sardina y tomate asado, etc. para el aperitivo, y diferentes puestos de comida y showcooking para la cena. Pequeñas ‘paraditas’ de madera decoradas con bombillas de verbenas en las que se servían, por ejemplo: Estación del mar, con copiñes de maó, ceviche de navajas. Estación de josper y robata, donde se ofreció pescado del día, brochetas de pulpo, paletilla de cordero.. y muchas otras delicias. Todo acompañado de vino dulce y mucho amor.
Para los más golosos se montó una mesa de dulces con brownies, cupcakes, donuts, macarons, pastas de té y una tarta nupcial estilo ‘drip naked cake’.
Fotos, cortesía ©Pere & Marga
Los invitados bailaron bajo un cielo estrellado que ponía el broche final a esta boda íntima, sofisticada, romántica y llena de detalles.