Este viernes 12 de octubre asistimos a una nueva boda real en el Reino Unido. Como ya hice en mayo, a través de un directo en Instagram fui comentando la boda, desde la llegada de los invitados (con una lista cargada de celebrities como Ricky Martín, Demi Moore, las hermanas Delevingne, Kate Moss, Liv Tyler o Naomi Campbell, y de miembros royalty y aristócratas como los Duques de Cambridge, los Duques de Sussex, Marie-Chantal Miller, Pablo de Grecia y su hija Olimpia de Grecia, o Christian de Hannover y su esposa Sassa de Osma), hasta los detalles de la decoración, la novia, la ceremonia, etc., de los que me voy documentando. Nuevamente ha sido divertido poder hacerlo y leer también vuestros comentarios.

Sé que lleváis esperando mi crónica durante todo el fin de semana (porque así me lo habéis hecho saber), así que he indagado para traeros todos toditos los detalles de esta boda en la que el viento fue el protagonista más incómodo, haciéndole jugarretas las invitadas que se vieron obligadas a sujetar muy bien sus tocados… y faldas… y hasta la invitación, que le salió volando a un invitado. Incluso la ESPECTACULAR decoración floral que engalanaba la entrada a la Capilla de San Jorge tuvo que ser recolocada por los operarios.

Empezaré por mis impresiones: para mí la boda fue conservadora, protocolar y perfecta. La Casa Real tiene muy bien controlado esto de organizar y retransmitir sus bodas, sin caer nunca en lo soso o rancio (ejem, y no miro a nadie… o quizás sí). Un detalle paradójico, porque no olvidemos que hablamos de la monarquía más estricta de toda Europa. Pero Eugenia y Jack nos han conquistado con sus nervios evidentes, sus miradas cómplices, sus amplias sonrisas y su espontaneidad. Y los llamo por sus nombres de pila porque consiguieron que viéramos sencillamente eso: la boda entre Eugenia y Jack, una pareja que no ocultó sus emociones ni sus gestos de amor.

Momento romántico donde los haya el protagonizado por el novio poniéndose sus gafas para no perder detalle de la entrada de la novia… Su risa tímida cuando no lograba poner la alianza en el dedo de Eugenia… O ese hermoso “You look perfect” que le decía nada más encontrase en el altar. ¿Puede haber algo más bonito en una boda que mostrar el amor sin atención a nada más?

Y la novia. Su vestido no será de mis favoritos, pero iba tan radiante, tan feliz, tan hermosa que da igual si nos gusta o no su look. Brilló por sí sola. Tanto que estaremos de acuerdo que es la primera vez que vemos a la Princesa Eugenia tan bonita (el patito feo de las revistas del corazón, se ha convertido ya en un cisne). Imposible no empatizar con su felicidad, y ya eso la convierte en una novia hermosa. Tal y como ha dicho Jack…

Eugenia, ¡You look perfect!


 

Preciosa y otoñal decoración floral de la Capilla de San Jorge para la boda de la Princesa Eugenia de York.

 

La preciosa decoración floral se inspiraba en los jardines de Windsor y en los colores del otoño.


 

En menos de cinco meses dos ‘bodas reales’ han tenido lugar en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Si en primavera nos enamorábamos con la decoración floral de la boda de Meghan Markle (puedes recordarla AQUÍ), el otoño nos ha traído una decoración, aunque menos pomposa, igual de espectacular. El diseñador floral Rob Van Helden se inspiró en los jardines del Gran Parque de Windsor, de donde se cogieron todas las flores y árboles del montaje, y en los colores del otoño proponiendo un elegante y vibrante jardín silvestre.

La puerta lateral, por donde accedía la Familia Real, se decoró con dos preciosas columnas florales, y el interior de la Capilla con árboles y arreglos florales dispuestos de forma discreta. El foco de atención estaba en la entrada principal engalanaba con una espectacular instalación floral creada con follaje, ramas, flores y árboles otoñales, y rosas, hortensias, dalias y bayas, en colores vibrantes como rosas, lilas, burdeos o ámbar.

Las damitas y pajes reales de la Princesa Eugenia de York a su llegada a la ceremonia.

 

Las damitas y pajes de la #royalwedding llevaban trajes ‘Made in Spain’ y original fajín estampado con una obra de arte moderno.


 

Ocho niñas y niños, entre los 3 y 7 años, formaban el cortejo de damitas y pajes reales de la boda, entre los que se encontraban la pequeña Princesa Charlotte y su hermano el Príncipe George de Cambridge, Savannah Philips (quien siempre deja imágenes traviesas) y Theodora Williams, hija del cantante Robbie Williams. Como ‘asistente especial’ estaba Lady Louise Mountbatten-Windsor (con vestido azul de Claudie Pierlot y un sombrero de Emily London), a quién el viento le jugó una mala pasada levantando su falda, en una imagen que ha dado la vuelta en muchos medios, pero que yo, por respeto a una niña de 14 años, no pienso difundir.

Los pequeños llevaron trajes y vestidos de Amaia Kids, una firma con sede en Chelsea (Londres) que fabrica todas sus prendas en España. Pantalón largo de terciopelo azul intenso y camisa blanca con ribetes azules para los niños, y vestido blanco de manga francesa, con medias y zapatos en color a juego para las niñas; además de un pequeño tocado de flores naturales y un bouquet con las mismas flores del ramo de la novia. Un look infantil clásico y correcto donde lo más llamativo ha sido el fajín. Un estampado que personalmente no me entusiasma, pero resulta que es la reproducción del cuadro ‘Here’, obra del artista abstracto estadounidense Mark Bradford (cuya obra también aparece en el misal de la ceremonia que se repartió a los 850 invitados). La princesa es directora de la Galería de Arte Contemporáneo Hauser & Wirth en Londres, así que trasladó su amor por el arte a su enlace de esta forma tan inusual.

La obra de Mark Bradford, ‘Here’ (2018) técnica mixta sobre lienzo, que se reprodujo en el fajín de los pajes.

 

Esta obra del artista Mark Brandford fue la elegida por la Princesa Eugenia de York para ilustrar su misal y los fajines del cortejo nupcial.


 

Sara Fergunso, madre de la novia, y la Princesa Beatrice de York a su llegada a la ceremonia.

 

La Princesa Beatrice de York fue la dama de honor de su hermana. Iba con vestido azul klein de Ralph & Russo y diadema de Sarah Cant.


 

La Princesa Eugenia de York radiante a su llegada a la Capilla de San Jorge con vestido de novia de Peter Pilotto.

 

El bridal look conservador de la Princesa Eugenia de York: vestido de novia de Peter Pilotto y la tiara ‘Greville’ de esmeraldas y diamantes.


 

Está claro que elegir el vestido de novia ideal para una boda tan marcada por la tradición y el protocolo real, además de con la presión mediática implícita, es una tarea bastante difícil. Pocas son las novias de la monarquía del siglo XXI que se han salido del estilo más clásico y conservador; de hecho, solo podríamos mencionar a Mette Marit o a Mabel de Bélgica (con uno de los vestidos más originales de la realeza). La Princesa Eugenia no se salió del estilo clásico esperado. Su secreto mejor guardado se iba desvelando a medida que bajaba del Rolls Royce Phantom VI del año 1977 en el que llegaba acompañada de su padre el Duque de York.

Los jóvenes diseñadores Peter Pilotto y Christopher De Vos, fundadores de la firma Peter Pilotto, fueron los elegidos para diseñar el vestido de novia de Eugenia. La princesa los conoció en un evento en apoyo del ‘Artemis Council for Women Artists’ y desde entonces suele lucir sus diseños. Sin duda, una elección que ha sido un gran respaldo para la firma pues para quienes aún no los conocíamos, ya su nombre lo hemos fichado. Este es el primer vestido de novia que diseñan, así que han empezado en el mundo ‘bridal’ por todo lo alto. Ellos han estado presentes en la boda, ayudando a la novia a bajar del coche, acomodar la cola para subir las escalinatas y muy seguramente también a vestirse.

Para el vestido de novia de la Princesa Eugenia de York, Peter Pilotto realizó una investigación de archivo sobre anteriores vestidos usados en la Familia Real. El suyo es un vestido de corpiño ajustado con escote en pico que se dobla alrededor de los hombros y cae hacia la espalda con un ligero escote bajo. La falda recta lleva una sobrefalda plisada a la espalda de la que fluye la cola en toda su longitud. Las mangas largas de tipo ranglán son el detalle del vestido que más comentarios vuestros han despertado en nuestra publicación en Instagram, el motivo es ese aspecto ancho más típico de las mangas de abrigo y el largo de puño asimétrico.

El vestido está confeccionado en un tejido de Jacquard italiano, diseñado por Pilotto y De Vos especialmente para la royal wedding incluyendo una serie de símbolos significativos para la princesa que se reinterpretaron a mono de cuerda o guirnalda tejida. El resultado es un vestido de novia elegante y conservador pero de actuales líneas clásicas.

La Princesa Eugenia de York radiante a su llegada a la Capilla de San Jorge con vestido de novia de Peter Pilotto.

 

El ramo de novia de Eugenia estaba formado por rosas, lirio, cardo azul, jazmín y ramitas de mirto. Un ramo en cascada un tanto revival 80’s.


 

Aunque muchos medios anunciaron que la Princesa usaría la corona de diamantes que llevó su madre Sarah Ferguson el día de su boda en 1986, finalmente Eugenia se decantó por la lucir la espectacular tiara de diamantes y esmeraldas ‘Greville’, perteneciente a la Reina. La tiara es obra del joyero Boucheron quien la creo en 1919 en estilo kokoshnik (popularizado en la época por la corte imperial rusa). Las otras joyas que lució fueron su anillo de compromiso de zafiro, y unos bonitos pendientes largos con diamantes y esmeralda, regalo de bodas del novio.

Los zapatos de la novia son un diseño de Charlotte Olympia, y, aunque no los hemos visto, sabemos que son unos tacones peep-toe de satén. Lo que sí hemos visto es que la princesa, contra todo pronóstico, ha prescindido de llevar el tradicional velo de novia; supongo que ha sido una decisión personal, que la convierte en la primera novia de la Familia Real británica que no lleva velo… Obviamente, no estoy teniendo en cuenta a Camila Parker Bowles, ya que la actual Duquesa de Cornualles se casaba en segundas nupcias, con mucha más edad y en un enlace más discreto que hacia de su elección de un tocado fuera lo más adecuada.

En cuanto al ramo de novia, este era un sencillo ramo en cascada con ligera forma de corazón diseñado por Patrice Van Helden y formado por hiedra y flores tipo rosas, lirios de los Valles, cardo azul, jazmín y ramitas de mirto (una flor que se incluye en todos los ramos de la familia real por una tradición que se remonta al año 1858). El diseño del ramo a muchos nos ha parecido un tanto retro (un revival ochentero) y/o anticuado. Quizás una novia menos clásica o ‘protocolaria’ –o sea, de a pie– hubiera elegido un ramo con las mismas flores y colores que el resto de su decoración floral, pero está claro que Eugenia no quería arriesgar tanto. Eso sí, el cardo azul del ramo ayuda a cumplir con el “y algo azul” de la tradición nupcial.

Detalle de la espalda del vestido de novia de la Princesa Eugenia de York.

 

La Princesa Eugenia de York pidió a los diseñadores de su vestido mantener la espalda baja y mostrar así la cicatriz de la cirugía a la que se sometió para corregir la escoliosis.


 

En una entrevista anterior a su enlace, Eugenia declaró: «Creo que puedes cambiar la forma en que ves la belleza, y puedes mostrarle a la gente tus cicatrices, y creo que es realmente especial defender eso». Toda una declaración de principios que se vio reflejada en su vestido de novia. A la edad de 12 años la princesa se sometió a una cirugía para corregir la escoliosis, así que hizo la petición específica a los diseñadores para que su vestido tuviera la espalda baja que le permitiera mostrar su cicatriz sin complejos.

Así de natural también se ha mostrado con su maquillaje de novia (de Bobbi Brown) y su peinado, algo más desenfadado de lo que se esperaría (Algunos medios dicen que es el ‘efecto Meghan’). Y, como cabía de esperar, la manicura cumplía con la estricta regla de la Reina Isabel II de lucir una manicura discreta y natural.

Momentos durante la ceremonia de bodas de la Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank.
(Foto arriba) Momento en el que la familia real ve llegar a la novia y descubren su vestido de novia.

 

Eugenia prescindió del tradicional velo de novia, siendo así la primera novia de la Familia Real inglesa que no lo lleva.


 

 

Las curiosidades de la ceremonia: de la lectura de ‘The Great Gatsby’, al detalle de que sólo la novia lleva alianza matrimonial.


 

Según medios (más) especializados Eugenia y Jack eligieron realizar un servicio matrimonial tradicional, a diferente del contemporáneo elegido por Harry y Meghan. La verdad es que no soy nada experta en oficios religiosos, y muchos menos de la Iglesia Anglicana, así que ciertamente se me hace curioso la forma elegida por la pareja para contraer matrimonio. Aquí el decano recibía a la novia de manos de su padre, para luego estrechar las manos de los novios para el consentimiento. También resulta muy curioso que sólo se bendijo una alianza o anillo, el que luce la Princesa Eugenia (Sí, Jack no usará alianza). Puedes recordar esta parte de la ceremonia AQUÍ.

Una de las dos lecturas que se leyeron durante la ceremonia corrió a cargo de la hermana mayor y dama de honor de la novia, la Princesa Beatrice de York, quien leyó un extracto de ‘The Great Gatsby’ de F. Scott Fitzgerald en el que se describe la enigmática sonrisa de Jay Gatsby. Una curiosa elección que el decano de Windsor se encargaría de explicar en su discurso, revelando la anécdota. Resulta que Eugenia leyó el libro poco antes de conocer a Jack, y en cuanto lo vio sintió que ese extracto le describía muy bien.

Sobre la música de la royal wedding, esta estuvo a cargo de la ‘Royal Philharmonic Orchestra’ con el tenor italiano Andrea Bocelli interpretando piezas emblemáticas como el Ave María de Bach; y el Coro de la Capilla de San Jorge cantando la misa. Obviamente, difícil volver a ver una boda en Windsor y no recordar ese gran e histórico momento con el coro de gospel cantando «Stand by me»… Pero bueno, esta es otra boda y otros novios.

Los recién casados, la Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank, a su salida de la ceremonia.

 

Nervios, sonrisas, miradas cómplices… Los gestos de amor fueron la tónica entre Eugenia y Jack durante toda la boda, sin ocultar sus emociones.


 

Los recién casados a la salida de la ceremonia, recorrieron las calles de Windsor en un carruaje de caballos.

 

Después de la ceremonia, la pareja de recién casados emprendió un paseo en carruaje de caballos por las calles de Windsor.


 

El pastel de boda de los novios creado por la pastelera Sophie Cabot.

 

El pastel de boda de los novios: red velvet, chocolate y decoración otoñal.


 

Los novios encargaron su tarta de bodas a la pastelera Sophie Cabot, quien creó un pastel de seis pisos de altura con bizcochos de chocolate y bizcochos ‘red velvet’, recubiertos de crema de mantequilla y glaseado de azúcar blanco, y decorado con hiedras y flores otoñales moldeadas en azúcar. En la base del pastel de forma octogonal, se puede ver el monograma de los novios. Sin duda, un pastel en forma y sabores bastante ‘cercano’ a lo que cualquier nos podríamos encontrar en una boda hoy en día.

Los novios a su salida del Castillo de Windsor en un impresionante Aston Martin DB10.

 

Los recién casados abandonaron la recepción del Castillo de Windsor en el Aston Martin DB10 de la película ‘Spectre’ de James Bond.


 

Como ya es tradición en todas las bodas de la realiza británica, es su majestad la Reina Isabel II quién ejerce de anfitriona y ofrece una breve recepción tras la ceremonia de bodas. A diferencia de lo que se podría pensar, o de nuestras costumbres, esta ‘recepción’ es un sencillo almuerzo o cóctel ligero en el que se sirven distintos canapés y aperitivos elaborados por los chefs de Buckingham Palace, se brinda con champán y se toma el pastel de bodas. En esta ocasión, y dado que es una boda de otoño, la recepción se llevó a cabo en los salones del Castillo de Windsor, asistiendo los 850 invitados de la lista.

Por eso ya nos es habitual ver la salida de los novios para dirigirse a la cena privada que se ofrece posteriormente para un grupo más reducido de invitados. De aquí también la imagen de la novia sorprendida al ver el flamante Aston Martin DB10 que los esperaba, el mismo coche de la película ‘Spectre’ de James Bond, y una de las tantas anécdotas del día: que este coche no está diseñado para viajar con un gran vestido de novia ;D

Las fotos oficiales de la ‘Royal Wedding’ firmadas por Alex Bramall.

 

La Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank compartieron las fotos oficiales de su boda, tomadas por el fotógrafo Alex Bramall.


 

Tras cada ‘royal wedding’ se publican las fotos oficiales de la boda. Aún en nuestra retina las fotos más espontáneas de la boda del Príncipe Guillermo y Meghan Markle, actuales Duques de Sussex.

Para la suya, la Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank eligieron al fotógrafo británico Alex Bramall, y se han publicado cuatro fotos oficiales. Las dos primeras, acorde con el protocolo, muestran a los novios, su cortejo nupcial y a sus familias junto a la Reina Isabel II y el Príncipe de Edimburgo en la ‘White drawing room’ del Castillo de Windsor. La tercera foto, mucho más íntima y entrañable, se tomó después del paseo en carruaje por las calles de la localidad. Y por último, una foto de los novios a su llegada a la cena privada que los Duques de York dieron en honor a los recién casados (y que nos permite detallar el segundo look de la novia).

La foto oficial de la Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank en la cena privada (©Alex Bramall)

 

La versión más glamurosa de la Princesa Eugenia de York nos sorprende para la cena privada con un vestido en seda plisada de Zac Posen.


 

La noche de la boda el Príncipe Andrés y Sarah Ferguson, padres de la novia, ofrecieron una cena privada en ‘Royal Lodge’, la residencia oficial del Duque de York. Para esta recepción la princesa Eugenia lució un segundo vestido… pero no de novia, como suele ser (nueva) costumbre, sino un vestido de noche diseñado por Zac Posen.

Sinceramente, creo que esta es la versión más glamorosa que hemos visto nunca de la Princesa Eugenia, quien no sólo luce impresionante sino absolutamente radiante y feliz. 

Este diseño exclusivo es un vestido plisado de corte al bies confeccionado en seda color rosa muy pálido; un color inspirado en “el rubor de una rosa inglesa”, según palabras del propio diseñador. Todo el efecto del corpiño plisado, la falda de suave movimiento y el original cuello, realzan la figura de la princesa magistralmente. Y, al parecer, de la espalda de desprende algún tipo de capa que lleva bordadas unas rosas blancas de York (según ha dejado ver el propio Zac Posen en publicaciones de su Instagram).

Como complementos a este segundo look, Eugenia llevó pendientes de diamantes y esmeraldas (también regalo de bodas del novio) y una peina perteneciente a Su Majestad la Reina y que data de 1830. Por su parte, el novio se decantó, como marcaba la etiqueta, por un esmoquin negro.

 

Algunas de las fotos compartidas por los invitados de la celebración de este sábado (Fotos vía Instagram)

 

Minivestido blanco, chaqueta biker, un carrusel y hasta una noria para la celebración más festivalera de la boda de Eugenia y Jack.


 

Se dice que la cena privada del viernes acabó a altas horas de la madrugada y que contó con una decoración floral espectacular, árboles iluminados, cócteles de tequila ‘Casaamigos’ y con las actuaciones de Robbie Williams y Ellie Goulding. Pero, las celebraciones no acabaron aquí, porque a los invitados se les esperaba de nuevo el sábado 13 de octubre para disfrutar de un verdadero festival en los terrenos de la residencia The Royal Lodge Windsor.

Quienes pegaron el grito al cielo por los excesos de la boda de Chiara y Fedez y su ya famoso ‘The Ferragnez Luna Park’, atentos porque la Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank tuvieron su propio parque de atracciones. Algunos invitados se saltaron la prohibición de compartir imágenes en las redes sociales, y gracias a ellos sabemos que el sábado disfrutaron de una verdadera feria super chic con carrusel, noria, coches de coque, puestos de juegos, y de todo un día de diversión más informal y bohemio.

Para este día, y según informa Happers Bazaar –la revista que ha compartido el boceto–, la Princesa Eugenia de York se decantó por un outfit mucha más informal y moderno, diseñado por Sam Dougal (director creativo de la firma Gainsbourg): un minivestido blanco hecho a medida con una chaqueta biker de seda rosa bordada con la frase “Mrs. Brooksbank”, que la propia princesa escribiría de su puño y letra. Esperemos que muy pronto estas fotos vean la luz en alguna revista.

 

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All the love to HRH Princess Eugenie, Mrs Brooksbank and her lovely new husband Jack. Im so so honoured to have been asked to design the bespoke look she wore for the day 2 wedding celebrations at Windsor in collaboration with her brilliant stylist @styletonic_sarahprice. The pale pink biker jacket was embroidered with the words ‘Mrs Brooksbank’ in the Princess’ own handwriting 💙

Una publicación compartida de Sam Dougal (@samsondougal) el

 

… Y si has llegado hasta aquí, leyendo todaaaa la super crónica de la #royalwedding de la Princesa Eugenia de York y Mr., Jack Brooksbanck, entonces estarás de acuerdo conmigo y te sentirás identificada con ese gran suspiro de Fergie ;D 

Boda de la Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank – Tendencias de Bodas Magazine

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