Muselinas de seda, encajes antiguos, organzas, plumeti, terciopelo y tul, «kilómetros de tul», como confiesa Ruthaurora María, son los tejidos que nos encontraremos en este pequeño atelier nupcial al que vale la pena visitar especialmente si estas buscando un vestido de novia único y diferente, un poco vintage, romántico, bohemio y effortlessly. Estilo con el que podría definir la estética de Érase una vez… (nuvies).

Su boutique-atelier lo encuentras caminando por el barrio de Gràcia en Barcelona. Es de esos espacios en los que parece que el tiempo se detiene y los objetos adquieren otro valor. En su caso los ‘objetos’ son trajes de novia confeccionados y hechos a mano en su propio taller, bajo los valores de la artesanía, sostenibilidad, amor y costura hecha a medida para cada clienta.

Graduada en bellas artes y diseño de indumentaria, Ruthaurora María lleva con orgullo el nombre de sus abuelas de quienes aprendió las labores artesanas, copiaba los patrones del Burda y confeccionada vestidos para sus muñecas. Años después una de sus mejores amigas le pidió le diseñadora el vestido para su boda y se dio cuenta que «en Barcelona no había un lugar donde conseguir un vestido de novia alternativo, distinto y natural. Un vestido de novia vaporoso y cómodo que no fuera un disfraz». Así nació Érase una vez…

La serendipia me llevó a conocer su trabajo. La fotógrafa Leo Tornev me la presentó para la editorial de moda nupcial –THERE– que publicamos en el Nº05 Tendencias de Bodas Magazine con sus vestidos de novia de inspiración más vintage como protagonistas. Y ahora te la presento a ti, con esta pequeña selección de fotos de una de sus editoriales de inspiración fotografiada por mi admirado Pep, de The Visual Partners.

Fotos, cortesía © The Visual Partners

 

Érase una vez… te propone lucir un vestido de novia alternativo, vaporoso y natural con el que sentirte libre y no disfrazada.


 

Fotos, cortesía © The Visual Partners
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