La exquisita elección de la vajilla y la cristalería para vestir la mesa. La delicadeza de la decoración floral que mezcla rosas y flores de algodón, entre otras, de forma tan dulce y romántica. La armonía de la paleta de colores en rosado y verde pastel con acento en oro y azul cobalto. El mimo puesto en cada uno de los detalles (como el marcasitio de madera personalizado con mi nombre, y el de cada invitada), la calidez del ambiente ante la vieja chimenea encendida y el perfecto menú servido han hecho que esta sea la mesa más hermosa en la que he tenido la ocasión de comer.

Romántica, elegante, sencilla, dulce y atemporal (perfecta para bodas de cualquier estación), es imposible no suspirar ante cada uno de los detalles que Indira Anzola (D-pleis, creadores de eventos y deco) ideó en la decoración de esta mesa. Una cita para celebrar su quinto aniversario como organizadora de bodas y eventos que tuvo lugar el pasado mes de noviembre en el cortijo cordobés La Vieja Cigarra, en donde, bajo el lema de ‘Magic Moments’, Indira reunió a parejas de novios, amigos, profesionales y bloggers del sector nupcial haciéndonos disfrutar, como siempre, con su excelente trabajo.

Esta mesa tan bonita (ideal también para la pedida de mano o despedida de soltera) se colocó en uno de los acogedores salones de la finca perfecto para recibir al pequeño grupo que tuvimos el privilegio de comer aquí, con una ambientación que aunaba idealmente ese sabor rústico de la arquitectura del cortijo con la coquetería de la decoración de la mesa.

Fotos, cortesía ©Antonio Aguilera

 

Romántica y elegante esta mesa aúna un estilo coqueto con el sabor rústico de un cortijo cordobés, en una decoración y ambiente inspirador para la boda.


 

Fotos, cortesía ©Antonio Aguilera

 

En una de las estancias adjuntas al saloncito, se colocó una deliciosa mesa repleta de tartas caseras que fue toda una oda a la glotonería. No hay fotos y es una pena porque estaba situada en el viejo palomar reacondicionado como bodega. Y quien crea que las bloggers no comen, es que no nos vio probando todas y cada una de las tartas elegidas para este magic moment. Otro rincón ideal fue la camarera vintage dorada a modo de ‘champagne station’.

Este día fue realmente especial, e Indira Anzola puso todo talento para hacer de esta celebración un día especial e inolvidable. Un día, valga la redundancia, que no sólo incluyó la comida en esta hermosa mesa, sino que empezó bien temprano con un desayuno en el campo, continuó con un desfile nupcial bajo la pérgola, seguido de un cóctel en el jardín amenizado por la banda Potato Head Jazz Band y terminando en una noche de fiesta con concierto del grupo cordobés Planeta 80 que interpretó las mejores versiones de los clásicos de los 80 y 90 del pop rock español.

Aquí en cada momento, cada espacio y cada rincón había una idea para la boda o un detalle de decoración ideal (como el photocall, la fuente de agua decorada o el letrero de luces y guirnaldas verdes de la zona del bar)… aunque el protagonismo se lo esté dando a esta, ¡una de las más bonitas, románticas y llena de en las que he comido!.

Fotos, cortesía ©Antonio Aguilera
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