Acostumbrada a mostrar su estilo personal y poco convencional de la moda nupcial, Vera Wang acaba de presentar su colección ‘fall’, que junto a la ‘spring’, terminan por mostrarnos el nuevo imaginario de la diseñadora neoyorkina para vestir a la novia del 2016: mucho más dramática, sexy, delicada y disyuntiva.
Personalmente creo que esta es su colección bridal más magistral hasta la fecha, ya que termina por romper con todos patrones y referencias que conocíamos hasta hora, incluso en sus propuestas más voluminosas y quizás las más ‘de novia’ clásica, si aún se pueden etiquetar así.
Una colección para la que Vera Wang encontró la inspiración en ’the lure of Spain’, es decir: «en la pasión, la sensualidad y la belleza de la cultura española, en una herencia que siempre ha involucrado a la danza y que he querido captar a través del movimiento y la poesía» de los tejidos, las siluetas y los detalles que adornan los trajes de novia.
Vera Wang bridal collection ‘fall’ 2016.
Vera Wang bridal collection ‘spring’ 2016.
Inspirándose en «el atractivo de la cultura española» Vera Wang busca vestir a una novia más dramática, sexy, delicada y disyuntiva.
Entre lo nuevo Vera Wang podríamos definir dos líneas muy claras. La primera y más vanguardista con vestidos de novia ultrasensuales y delicados, de siluetas lánguidas y ceñidas, confeccionados en gasas y encajes que abrazan el cuerpo de la mujer. Diseños que parecen pensados de dentro hacia afuera, como destacando las cualidades y belleza de la lencería femenina para vestir de novia. Destacan también los vestidos de silueta trompeta rematados con minivolantes o cientos capas desiguales de tul que realzan esa estética como cadente y nos recuerdan a los trajes de flamenca. Y la segunda línea, más majestuosa, con vestidos de novia de espectaculares faldas globo creadas por la superposición de capas de tul hasta dar forma a esos exuberantes volúmenes que contrastan con los cuerpos bordados y originales corpiños cut-out.
La colección pasa de esa sublime delicadeza de los encajes chantilly (presente en sus diseños para las novias de primavera–verano) a la belleza imponente de los bordados de clara inspiración española (protagonista de los vestidos para novias de invierno) que recuerdan a los bordados y alamares típicos de la chaquetilla de los toreros. Como hilo conductor, detalles como los grandes lazos que adornan la cintura y el color negro –must have en los diseños de Vera Wang–, incluso para realzar alguna propuesta de bridal look negro.
En esta introspección sobre la estética y las formas nupciales que parece hacer Vera Wang hay que hablar también de esos matices que introduce y que juegan a favor del dramatismo de sus diseños. Por ejemplo, los ‘mullet dress’ para novias con faldas supercortas; las mangas extralargas; y las transparencias absolutas o ‘naked dress’ (algo que siempre asusta a las novias, especialmente a las más conservadoras, pero como siempre recalco: ¡existen los forros!, así que no tengas miedo a enamorarte de estos diseños porque luego son adaptados para ti).