La semana previa a una boda supone el último esfuerzo de una carrera de fondo que empezó, casi con total seguridad, al menos un año antes. Son días dedicados a cerrar la lista definitiva de invitados, a echar un último vistazo a la ubicación de las mesas, al repaso de horarios, a la importantísima última prueba del vestido de novia, a los retoques finales y a algunos imprevistos a veces tan necesarios. Da tiempo a todo y, aunque a veces parezca una misión imposible, la meta que se vislumbraba a lo lejos ahora se encuentra llamando a la puerta.

También son días en los que los nervios están más a flor de piel que nunca. Por este motivo, y aprovechando que el próximo 30 de julio se celebra el Día Internacional de la Amistad, me gustaría proponer algo que os puede ayudar si estáis a punto de dar el gran paso, algo que supondrá un alivio de tensión importante y que servirá de recuerdo para la eternidad. Un plan con ellos, con los de siempre y para siempre: un plan con vuestros amigos.

Reunir a todos vuestros amigos íntimos invitados a la boda, uno o dos días antes del acontecimiento en cuestión, puede llegar a ser –¡y lo será!– una de las mejores decisiones que tomarás como novia o novio. Fiesta, preboda o reunión… No sé, llámalo como quieras pero hazlo. Te lo digo por experiencia ¡Funciona!

¿Por qué conformarte con un día si puedes empezar ya a vivir tu boda? Fiesta, preboda o reunión… Llámalo como quieras pero hazlo.


 

Fiesta preboda con amigos

Fiesta preboda con amigos

Fiesta preboda con amigos

Fotos, cortesía ©Pablo Beglez

 

Será el día en que empiecen a llegar los invitados que vienen de fuera de vuestra ciudad, cuando todo esté listo, cuando realmente ya no haya nada pendiente, sólo empezar a disfrutar del gran momento.

Buena música, algo de picoteo y caras de sobra conocidas. Alquila un local o engalana el salón de tu casa. Busca una terraza en las afueras o incendia el centro de tu ciudad. Lo importante es pasar un buen rato con los tuyos y dejar que el espíritu festivo os invada sin remordimiento.

Siente el abrazo de todos y cada uno de vuestros amigos, sé feliz contemplando cómo ellos también se reencuentran con otros que hacía tiempo que no veían, incluso algunos empezarán a conocerse. Ya no hay límite para las felicitaciones y enhorabuenas y las risas harán su entrada para quedarse unos cuantos días. Contagiarse de este ambiente es el mejor antídoto para calmar los nervios. Amigos que serán vuestros aliados en las horas previas al gran día. Amigos que os llevarán al cielo del que no bajareis en unos días.

Hazlo porque no te arrepentirás, créeme. Porque podrás dedicarle el tiempo que merecen, porque haréis piña, porque tu boda empezará en ese preciso momento, porque son los que están y están los que son. La familia que has elegido, los incondicionales, los de verdad, los que nunca os fallarán.

Ellos. Los amigos.
Y con ellos todo cobrará más sentido que nunca.
¡Que empiece la fiesta!

Los amigos del novio.

Los amigos del novio.

Los amigos del novio.

Fotos, cortesía ©Sara Lázaro
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