Semanas atrás tuve el placer de charlar con la periodista Adriana Rodríguez sobre las tendencias en bodas 2023 en un artículo publicado en la revista online Elle. En el mismo hablamos, especialmente, las ‘bodas experienciales’, término muy bien acuñado por las wedding planners sevillanas Wedding With Love que hace referencia a las bodas donde se suceden muchas cosas y/o experiencias de cara a conseguir una mayor interacción, sorpresa y disfrute de los asistentes. Un concepto que aplica a la ambientación y organización general de la celebración y sin distinción; por ejemplo, ya no hay que esperar al momento ‘del baile’ y barra libre para que los grupos musicales hagan su actuación, estas pueden darse desde el inicio del cóctel y puede ser tantas y de géneros variados como quiera la pareja… y así sinfín de ideas, donde todas (¡todas!) tienen cabida.

Te invito a leer el artículo de Elle pues abarca muchas de esas ideas convertidas en experiencias que son imprescindibles en las bodas actuales, mientras que aprovecho para complementar el reportaje con algunas de las tendencias que más despuntan en este momento en el universo bridal y que tienen en común su estética ‘retro vibes’.

Si, podemos decir que lo viejo es ahora lo más nuevo en bodas y las vibraciones de los años 70, 80 y 90 están en boga más que nunca, despuntando tanto con ideas para la decoración como para el estilismo de novias y novios. Estas son algunas de las que más me gustan.

Minutas ilustradas por Simmond Said.
(Foto, ©Plata.Forma)

1/10. Papelería de boda creativa.

Me en-can-ta esta tendencia de una papelería más creativa e influencia retro, que rompe la estructura ordinaria de una invitación de boda o minuta para apostar por una composición más libre, informal y artística. Diseños donde predominan las ilustraciones más simples, inocentes y naïf, el uso del color y los textos caligrafiados (sin buscar una caligrafía perfecta).

El ejemplo compartido es la minuta de la cena que el diseñador Jorge Redondo (Redondo Brand) celebró tras el desfile de su colección ‘Sophia’, inspirada en la gran Sofía Loren. El artística Simmon Said fue el encargado de crear toda la imagen visual de la papelería del desfile, y de dejarnos esta inspiración.

 

Boda real de Flavio y Rober en Palacio de los Duques Gran Melia.
(Foto, ©Ana Encabo Photography)

2/10. Dress code: Esmoquin.

No, el esmoquin no está contemplado en el protocolo de vestimenta masculina para las bodas, pero eso no ha importado para ser la prenda de moda entre novios e invitados. Habitual del dress code de entregas de premios, bailes y eventos que requieren formalidad, para saber que puedes vestir de esmoquin en una boda es importante que en la invitación se indique, como código de vestimenta, black tie o dinner jacket, de lo contrario sigue optando por el chaqué (solo para bodas de día) o un traje de tres piezas. Puedes leer más al respecto en: el nuevo ‘dress code’ masculino para bodas.

Una idea de estilo que cada vez veo más es que, en bodas gay, los novios optan por contrastar sus estilismos. Así lo hicieron la pareja de la foto, Flavio y Rober, que vistieron un esmoquin digamos que ‘tradicional’ en negro (aunque en este look la chaqueta es de terciopelo), y un esmoquin de chaqueta blanca; un color que se popularizo en su época para lucir en eventos de verano o viajes en crucero, y que ahora se me antoja ideal para el look de novio.

 

#editorialValeria: Pendientes, De la Riva Complementos / MUAH, Imanol Fuentes.
(Foto, ©Sara Costa)

3/10. Pendientes extragrandes y con brillos.

La joyería y la bisutería ochentera y noventera están de nuevo en boga con sus diseños llenos de excesos, exageración, brillos y strass. Un derroche de atrevimiento y fantasía que encuentra en los pendientes su mejor exponente; y sí, incluso como opción para las novias modernas y poco convencionales.

Los pendientes en dorado y plata son como comodines para las novias, pero tampoco tengas miedo a llevar piezas más exuberantes con cristales y strass de colores, menos ahora, de verdad, que la influencia de los grandes diseñadores de finales del siglo XX, como Yves Saint Laurent, están de vuelta.

 

Vestido de novia de Redondo Brand.
(Foto, ©Dos mas en la mesa)

Vestido de novia de Lorena Merino.
(Foto, ©Sara Costa)

4/10. Fotografía analógica y en blanco y negro.

La nostalgia de las y los fotógrafos –unida a las nuevas tecnologías en el revelado de carretes– ha hecho que, durante los últimos años, la afición por la fotografía analógica se convierta en una opción más de valor en el reportaje de la boda. Tanto que muchos fotógrafos la ofertan entre sus servicios o combinan ambas técnicas: digital y analógica (también llamada film).

Pero no, esta no es la única tendencia en fotografía que nos hace tener un flash back hasta los 70, 80 y 90. Las imágenes en blanco y negro ganan adeptos y cobran peso también en el álbum de la boda, donde un porcentaje del reportaje esta editado así; de hecho, hay reconocidos fotógrafos que prácticamente utilizan el B&W como imagen de marca en redes sociales y no por mero capricho o corriente, mas bien parten del concepto de que una foto en blanco y negro atiende a elegancia, atemporalidad y a una imagen más emocional.

Y la última y más divertida, aunque también más conceptual, es la fotografía desenfocada o ‘blurry photos’. Sí, esas fotos que cualquiera te diría que te han salido movidas, borrosas o con mucho flash, pues esas fotos pertenecen ahora a un movimiento estético retro.

 

Pastel de boda de Dulce Roseta.
(Foto, ©Tiposnet)

5/10. Pastel de boda vintage.

Despídete del fondant, de las naked cake y de las tartas con diseños creativos; la última obsesión en repostería para bodas es lo más vintage: los pasteles de merengue. Sí, esos que están decorados con un tradicional merengue suizo haciendo distintas florituras y guirnaldas, sprinkles como las perlas de azúcar plata, incluso guindas. ¿Y se te ocurre algo más retro que unas brillantes y deliciosas guindas rojas sobre un pastel nupcial?.

 

Vestidos de novia de Otaduy, colección ‘Saturn Loves Pluto’.
(Foto, ©Pablo Laguia)

6/10. Bridal looks setenteros.

Aunque las claves de estilo de los 80 y 90 están acaparando la atención en la moda, que gusta siempre de mirar atrás y ser cíclica, los maravillosos años 70 son una eterne fuente de inspiración para novias. Raro encontrar una temporada donde la estética hippie, rockera y alternativa setentera se cuele en una colección nupcial. Bianca Jagger, Jimi Hendrix, Jane Birkin, Donna Summer, David Bowie, Cher… sus estilos siguen tan vigente como antes.

Una firma nupcial que, desde sus inicios, tiene esa vibra y ‘mood’ retro es Otaduy. Su universo estético es mezcla de un espíritu inconformista y libre, y en sus colecciones de vestidos de novia siempre encontramos guiños retro: looks con pantalones acampanados y crop tops, chaquetas tipo biker con flecos, minivestidos, vestidos lenceros, etc.

 

La boda en New Orleans de Bridgette & Saul.
(Foto, ©Nancy Ebert)

7/10. Wedding parades.

Wedding parade, desfile de boda.. o esa bonita costumbre española de que el pueblo acompañe a la novia hasta la iglesia. ¿Por qué la hemos dejado olvidada? ¡Es hora de recuperarla!, más ahora que sabemos que son varios los rincones del mundo tienen su propia ‘versión’ de esta popular tradición nupcial.

En New Orleans (Estados Unidos) la tradición se remonta el siglo XIX y a la comunidad afroamericana y se conoce como ‘second line’; en la actualidad se hace para celebrar a los recién casados. En la primera línea del desfile va la pareja acompañada por una banda de jazz, seguidos de los invitados y los transeúntes que se quieran unir. En San Miguel de Allende (México) tienen a las famosas ‘mojigangas’, unos títeres gigantes y coloridos (como nuestros gigantes y cabezudos) que desfilan acompañados de burros que llevan flores de papel maché y tragos de tequila; costumbre que muchas parejas han elegido para pasear por las calles y que suelen completar con mariachis. Y en Cartagena de Indias (Colombia) se ha popularizado que agrupaciones folclóricas de mulatas, palenqueras y tamboreros acompañen al ritmo de cumbia a los recién casados por el centro histórico de la ciudad.

Volviendo a nuestro país, y dejando de lado la vergüenza de que los vecinos te acompañen hasta la iglesia o juzgado, podemos retomar la idea y hacerla justo después de la ceremonia para que así ambos puedan disfrutar de su ‘wedding parade’. Además, si el lugar de celebración de la ceremonia y el banquete están relativamente cerca, esta es una forma amena y divertida de mover a los invitados y de empezar la fiesta. Pero hay costumbres que, de verdad, no podemos perder.

 

Arreglo floral retro y ombré con anthuriums de Metaflora.
(Foto, ©Loreto Cáceres)

Ramo de novia contemporáneo con anthuriums de Savia Bruta.
(Foto, ©Sara Costa)

8/10. Los anthuriums.

¿Puede haber una flor más retro que el anthurium?… Bueno sí, también están los crisantemos, dalias, lirios y las esparragueras, y todas vuelven a estar presente en la floristería para bodas. Relegadas durante varias décadas, estas flores vuelven a ser protagonistas de ramos de novia y arreglos florales para bodas, especialmente en composiciones románticas garden style, minimalistas de estilo moderno, y colorista estilo contemporáneo.

El auge de las pequeñas granjas de flores, más orgánicas y sostenibles; el cultivo de estos ejemplares que consiguen cosechar verdaderas bellezas y colores; y la filosofía de una floristería basada en las flores de temporada y de cercanía, son los responsables de que podamos disfrutar –nuevamente– de anthuriums, dalias y demás flores.

 

Wedding planner, Eventos Clandestine / Espacio, Palacio Sot de Ferrer / Alquiler menaje, Mafesa Integral.
(Foto, ©Tiposnet)

9/10. Torre de copas de champán.

De la ostentación en aquellos locos años 20 a las frenéticas bodas actuales. La torre de copas de champagne es de las tendencias retro que más popularidad está teniendo… ¡Y la más viral!, porque no dejamos de verla compartida en redes sociales. La idea de la pareja de recién casados vertiendo champán o cava sobre una torre de copas apiladas es tan divertida y sofisticada como parece, pero tiene truco, pues que se llenen todas las copas no se consigue con una solo botella (dependerá de la altura), por lo que suelen terminarla los camareros.

Para que esta idea para el brindis nupcial sea un éxito es importante elegir las copas adecuadas y construir muy bien la estructura piramidal. Las copas balón son las mejores ya que, a diferencia de la copa flauta (más estrecha y alargada), la boca ancha permite una mayor superficie de soporte para las otras copas y de llenado; recuerda que el champán ha de ir cayendo poco a poco desde la copa que corona la torre.

Fue la boda de Miquel e Imanol, quienes brindaron con cava rosa y una torre de cuatro alturas, una de las ‘primeras’ en las que vimos recuperar esta costumbre que sin duda deja momentos, y fotografías, muy divertidas.

 

Wedding planner, Nuria Lligabosc / Espacio, Ferros Joan Montoliu / Iluminación, Check Events.
(Foto, ©Ochomilimetros)

10/10. Disco ball.

De las noches eternas en el mítico Studio 54 a la fama de la película ‘Fiebre de sábado por la noche’, en los 70’s las luces de las discotecas brillaban rebotando contra decenas de bolas de espejo o disco ball que colgaban sobre la pista de baile.

Busca en Pinterest «disco ball themed wedding» y la inspiración te caerá a borbotones. Y ya no sólo con una idea de iluminación para el baile, las bolas de discoteca ahora también son un precioso objeto decorativo (adornando rincones, como centros de mesa, en styled shoot, etc.) y una temática para la boda por sí sola. Nos encanta el brillo, y las bolas de espejo reflejan la luz de forma muy especial.

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