Uno de los momentos más especiales y bonitos que, muy probablemente, recordarás después de la boda será todas y cada una de las pruebas de tu vestido de novia. Momentos que vivirás seguro con ilusión, ansia e indecisión a partes iguales, pero que con las ideas que te daré conseguirás que, cuando pase el tiempo, se conviertan en esas grandiosas historias de la boda.
Siempre me gusta dirigirme a ti, querida futura novia, porque sé lo que piensas y sé lo que sientes. Sabes que durante la organización de la boda llega un momento en el que todo son agobios, prisas y mil cosas por hacer. Algunas te gustarán más, otras decidirás delegarlas y, las de más allá, querrás no haberlas empezado nunca. Pero hay una, sólo una, que vivirás con intensidad y como el mejor de los días: la búsqueda y prueba del que será tu vestido de novia.
Tras semanas de búsqueda inspiracional en revistas y blogs de bodas, y de tomar nota de todas las recomendaciones de amigas/os, hermanas/os y compañeras/os, por fin decides visitar los talleres y tiendas nupciales que realmente te gustan. Son días para probarte estilos, cortes y telas. Son días para decidir el que, probablemente, será uno de los vestidos más especiales de tu vida. Son días inolvidables, créeme.
Una vez te has decidido llegará otro momento de incertidumbre con la espera. Pasarán meses y ese momento que antes veías lejano irá cobrando forma. Visita tras visita. Llamada tras llamada. Y, de repente, llega el día en el que cierras los ojos mientras alguien te coloca un vestido y, al abrirlos, una sonrisa se dibuja en tu rostro de forma inconsciente e incontrolada. Te mirarás al espejo y no creerás lo que ves. ¡Es el vestido, tu vestido de novia!. ¡Ya lo tienes!.
Entonces girarás tu cuerpo para contemplar más de cerca a las personas que te acompañan y lo que verás serán sus emociones en estado puro. Lágrimas contenidas, miradas de felicidad y sonrisas descontroladas. Sabes que aún quedan algunos remates y arreglos para el resultado final, pero ese momento, justo ese momento, es algo que no se puede describir con palabras, es algo que va más allá de las letras… Permíteme que prefiera llamarlo magia.
Disfruta, porque esos instantes son únicos.
Detalles del trabajo en el atelier de alta costura de Christian Dior.
(Fotografías, ©Sophie Carre)
Haz que el día de la última prueba de tu vestido de novia sea aún más especial.
Sé que estás volcando todos tus esfuerzos –y presupuesto– en preparar el día D en cuestión, pero disfrutar de la ‘boda’ puede empezar mucho antes. Haz de ellos una verdadera fiesta. Haz que la última prueba de tu vestido de novia sea un día aún más especial. ¿Cómo?.
Organiza un brunch, una merienda o una cena para disfrutar tras la última prueba del vestido junto a quienes te acompañan. No importan si solo sois tres, cinco o se acoplan más personas después, este puede convertirse en el plan ideal para que el día sea aún más especial. En un restaurante de moda de la ciudad, en casa con una mesa bonita decorada para la ocasión, de forma sencilla y distendida pero planeada con cariño o tan sólo unas cañas o copa de vino improvisadas para la ocasión.
Este se convertirá en un momento pre-boda que no olvidarás.
Backstage de la colección mariage de Viktor & Rolf.
(Fotografías, ©Tomek Dersu Aaron)