No busques ni cupcakes ni macarons. Ni siquiera esas otras recetas tan de moda en nuestros paladares como la tarta de zanahoria o los pasteles moldeados en fondant. En esta ocasión el protagonismo de la mesa de dulces lo tendrán esos sabores tradicionales y más típicos de estas fechas: «De la navidad de toda la vida, la de los sabores que nos transportan a la de la casa de los abuelos», apunta Laura Pérez, la ideóloga de esta propuesta para bodas navideñas que encuentra la inspiración (chauvinista, por qué no decirlo) en la introspección al recetario clásico español.
No es la primera vez que esta wedding planner –y amiga personal– nos invita a no limitarnos a ‘copiar’ las ideas que nos llegan de fuera, sino a adaptarlas para hacerlas más nuestras. Ya lo hizo con las mesas de bebidas, cambiando los dispensadores de ‘pink lemonade’ por bebidas más típicas de nuestros veranos como la horchata o la sangría.
Fotografías, cortesía ©Lara López
Las mesas de dulces son un reclamo para servir durante el postre de la boda. Un pequeño bufé de lo más variado, que en esta ocasión se llena de los clásicos dulces de la mesa navideña española como turrones, polvorones, mazapanes, higos, mantecados, neules, frutos secos (especialmente nueces y avellanas) y licor de café. Productos todos que encuentras en cualquier puesto del mercadillo, en la pequeña tienda de ultramarinos o en la típica cesta de Navidad, pero que ahora servirás en la boda.
Para la decoración de esta mesa de dulces típicos navideños se mantiene el concepto de «la típica mesa que montaríamos con las cosas que se tienen por la casa del pueblo», que tiendas como Real Fábrica –colaboradora en este montaje– se empeñan en recuperar, mantener y promover para nuestro beneplácito. Una decoración rústica y tradicionalista con ese menaje que guardarías en la alacena (tazas de peltre, platos cerámicos, vajilla ámbar) y objetos tan cotidianos como molinillos de café, servilletas bordadas, velas, jarrón de flores y objetos de esparto, entre otros.
Una mesa navideña en sabores pero que se mantiene atemporal con la decoración, haciéndola perfecta para servir en cualquier época del año.