Y desear cosas a tu lado.

Alguien me dijo hace tiempo que nunca dejara de soñar ni de imaginar, porque las cosas bonitas nunca hay que abandonarlas. También recuerdo que alguien me dijo que tuviera cuidado con lo que deseaba porque, era muy probable, que si lo hacía con fuerza y ponía todo mi empeño en ello, el deseo en cuestión podría llegar a cumplirse.

Por eso… deseo cogerte de la mano y no soltarte nunca, así todo será mucho mejor. Deseo bailar contigo como aquel día, despacito y sin prisa, hasta que apaguen la luz, que no nos haga falta un escenario de película, ni gente mirando, que nuestros ojos sean todo lo que necesitemos. A veces, hasta la música puede llegar a sobrarnos, imagínate. Además, siempre podemos tararear esa canción que tanto nos gusta, la nuestra, ¿recuerdas la letra?

Deseo desear cosas a tu lado: planes, viajes, ideas, pensamientos y locuras, sí esas también hay que incluirlas en la lista. Planear es el mejor de los deseos, ¿no crees? Deseo un vestido blanco, mi vestido, algo nuevo, algo prestado y algo azul, nuestra gente, nuestro mundo pero, sobre todo, deseo que seas tú el que me espere al otro lado. Verte más guapo que nunca y que tú mires como la novia más bonita del mundo. Estar contigo siempre, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, como dicen en las bodas. Ya sabes, yo contigo hasta el final.

Fotos, cortesía ©Sara Frost

Porque lo nuestro es un amor para la historia, eso también me lo dijeron y no quiero, ni debo, olvidarlo. Tampoco dejar de desearlo. Deseo hablar contigo por teléfono como si fuéramos novios y pasear por la calle como auténticos adolescentes sin miedo a nada. También deseo repetir una y otra vez el primer beso, ¿lo recuerdas? Detrás vinieron muchos, muchos más y sólo espero que no acaben nunca. Pues eso… deseo besar(te).

Deseo volver a ese lugar del que siempre hablas, perderme contigo una y otra vez hasta cansarnos y no encontrarnos nunca. Deseo caminar contigo, descubrir el lado bonito de las cosas y de las más sencillas hacer algo grande. Algo nuestro. Algo único. Algo tan tuyo y tan mío que sea imperceptible para el resto. Deseo tener vértigo ante lo desconocido y que sea tu voz la que me devuelva a la calma.

No sé si te habrás dado cuenta pero… deseo algo contigo.