La bonita boda campestre de Marta y Luis en Toledo.

Si algo nos gustan de las bodas es que hay una boda para cada pareja. Y más allá de tendencias e influencias es importante no perder la identidad. En España somos de pueblo bonito, de veranos al sol, de días de campo y atardeceres frente al mar.

Dejamos de lado las bodas en la playa, porque hoy nos centramos en esta bonita boda campestre, porque como bien dice la fotógrafa Patricia Grande, encargada de tan bonito reportaje fotográfico: “Me encantan las bodas de estilo rústico, quizás será porque soy de pueblo, y adoro estar en el campo respirando aire puro, rodeada de naturaleza, de noches bajo el cielo estrellado, de escuchar los grillos…”

Marta y Luis son los protagonistas de esta slow wedding celebrada en Velada (Toledo) en la finca familiar. Ambos residen en Suiza pero no dudaron volver a España para compartir un día de campo entre amigos y familiares. Una sencilla boda al aire libre donde cada detalle respiraba cariño y estilo rústico.

Me encanta el look campestre de los niños del cortejo. Las niñas ideales con su pañuelo y falda de estampado liberty. Me encanta el momento de los novios en calesa, volviendo de la ceremonia a través del campo castellano-manchego (paisaje que tan bien capta la fotógrafa Patricia Grande). Me encanta la acertada decoración floral, repleta de flores silvestres, lavanda y trigo. Me encanta la mesa de limonada fresca a la entrada de la Iglesia, excelente idea para mitigar el calor veraniego a los invitados. Y me encanta el banquete al aire libre disfrutando de la noche de verano.

¿Te has fijado ya en el look de novia de Marta? Sí, también me encanta. Marta eligió un estilismo sencillo y natural: vestido de novia dos piezas de Laure de Sagazan, tocado de flores de cera fría colocado sobre un recogido informal con coleta, y discretas joyas en oro blanco y diamantes (como sus pendientes y el pequeño broche con forma de mariposa). Como contrapunto de color, el ramo de novia de flores silvestres y los zapatos, unas alpargatas rosas (perfectas para caminar por el campo).

Poco más que agregar a esta bonita boda campestre. La sencillez y ese toque de las propias raíces quizás no sean ‘tendencia’ pero si un estilo atemporal con el que siempre acertar… y volver al pueblo. Porque las #bodasconÑ también saben brillar.

Fotos, cortesía ©Patricia Grande